1- Deja de fumar. No importa si utilizas un vaporizador o si fumas marihuana de más baja calidad.
Comienza a hacer ejercicio. El THC (el ingrediente psicoactívo principal que contiene la marihuana) se almacena en las células de grasa. El ejercicio quema la grasa y al hacerlo quemarás el THC que esta contiene.
Establece una meta y cumple esa meta consistentemente. La meta puede tratarse de actividad cardiovascular o levantamiento de peso. El ejercicio es una manera increíblemente efectiva para enfocarse en otra actividad que no sea fumar. Además el ejercicio te dará resultados fenomenales que te ayudarán a reconocer que fumar marihuana solamente te limita en el aspecto de mejorar tu cuerpo ¡Lo cual te motivará a dejar de fumar aun más!