Algunas personas todavía debaten los beneficios del aceite de marihuana medicinal mientras que otros los reciben con los brazos abiertos. Ya sea que eres un escéptico curioso o un verdadero creyente, puedes seguir los siguientes pasos para hacer tu propio aceite de marihuana medicinal.
Comprende la diferencia entre la marihuana y el cáñamo. El cáñamo y la marihuana son dos variedades y subespecies de la planta Cannabis sativa, sólo que la marihuana tiene un contenido más alto de THC y cannabinoides. Sin embargo, ambos contienen cannabinoides (una clase de químicos que activan los receptores de la membrana celular). El cannabinoide más conocido es el tetrahidrocannabinol (THC). Necesitarás la planta femenina para hacer un aceite de marihuana medicinal efectivo.
Ten en cuenta que el aceite de marihuana medicinal no es lo mismo que el aceite de semilla de cáñamo. El aceite de semilla de cáñamo es un aceite prensado en frío elaborado a partir de las semillas de la planta de cáñamo; es rico en ácidos grasos esenciales y se usa por sus beneficios nutricionales. Puedes comprarlo fácilmente en las tiendas naturistas. Por lo general, está etiquetado erróneamente como “aceite de cáñamo”, pero no lo es. Por otra parte, el verdadero aceite de cáñamo (también conocido como aceite de marihuana medicinal) está elaborado de los brotes de la planta femenina de marihuana. El THC y los cannabinoides en la planta hacen que tengan un impacto en las células y además ofrecen beneficios medicinales.
Reconoce los sinónimos. El aceite de marihuana medicinal también se conoce como aceite de cáñamo, aceite de cannabis o aceite de hachís.
Compra y seca las plantas. Compra las plantas de mejor calidad que puedas pagar. Mientras mejor sea la calidad, mejor será el aceite. Asegúrate de que los brotes de tus plantas estén tan secos como sea posible antes de comenzar. Debido a que este proceso es bastante complicado, es posible que debas comenzar con una gran cantidad: una libra (450 gramos) o más. Sin embargo, puedes usar tan sólo una onza. La cantidad de aceite que tendrás dependerá de la cepa; una onza generalmente producirá tres o cuatro gramos de aceite
Escoge un solvente (lo usarás para quitar el THC de la planta). Necesitarás dos galones (7 litros) de solvente por cada libra (450 gramos) de cáñamo seco. 17 onzas (500 mililitros) serán más que suficiente si vas a trabajar con una onza de material. Hay diferentes solventes que puedes probar, pero dos de los más comunes son el alcohol y la nafta.
Realiza la primera lavada. Pon las plantas secas en un balde de plástico grande y añade el solvente. Usa un palo de madera para aplastar los brotes y las hojas. Luego, añade más solvente hasta que las plantas se sumerjan por completo y continúa aplastando durante unos tres minutos más (esto es para disolver el THC de la materia vegetal en el solvente).
Vierte la mezcla de solvente y aceite en otro balde y deja el cáñamo en el primer contenedor. A estas alturas, ya habrás quitado el 80% del THC de las plantas.
Haz una segunda lavada. Añade nuevamente solvente a las plantas y aplástalas durante otros tres minutos para obtener cualquier resto beneficioso de resina que haya quedado. Cuanto termines, añade esta mezcla de solvente y aceite al balde que usaste para vaciar la primera mezcla y desecha las plantas.
Filtra el aceite. Consigue algunas botellas de agua vacías o galones e inserta un embudo en el pico de la botella. Coloca un filtro de café en el embudo y vierte la mezcla de solvente y aceite para eliminar cualquier residuo de las plantas.
Hierve el solvente. Necesitarás calentar tu mezcla para que el solvente se esfume y sólo quede el aceite. Llena una olla arrocera aproximadamente en tres cuartos de su capacidad y pon el ajuste de calor en alto. No la pierdas de vista hasta que se cocine. A medida que el nivel de la mezcla de solvente y aceite en la olla arrocera se reduzca, añade más hasta que no tengas nada.
Elimina lo que quede de solvente. Cuando haya alrededor de cinco centímetros de la mezcla de solvente y aceite en la olla arrocera, necesitarás añadir unas cuantas gotas de agua para hervir la cantidad restante de solvente. Si empezaste con una libra de plantas, necesitarás sólo un par de gotas. Cuando hayas hervido el solvente, la olla arrocera deberá cambiarse automáticamente a temperatura baja.
Vaporiza el agua. Ponte tus guantes para horno y retira la olla interior que contiene el aceite de la olla arrocera. Luego, vierte cuidadosamente el aceite en un recipiente pequeño de acero inoxidable. Coloca este recipiente en un deshidratador o en un dispositivo ligero de calentamiento, como un calentador de café. Cuando el aceite deje de burbujear, retira el recipiente del calor y deja que se enfríe un poco.
Envasa el aceite para su uso. Sumerge la punta de una jeringa de plástico en el aceite y jala el émbolo poco a poco para extraer el aceite caliente. Luego, deja que se enfríe. Puedes simplemente verter el aceite en una botella limpia en lugar de usar jeringas, pero las jeringas facilitan la administración del medicamento. Guarda el aceite en un lugar fresco y oscuro para una máxima duración.