Plantar marihuana parece fácil porque realmente es muy fácil. ¿Quieres sabes como dar los primeros pasos y no tropezar? Te damos los mejores consejos para que comiences tu cultivo y consigas unas plantas de marihuana espectaculares.
Al comenzar un cultivo de marihuana tanto en exterior como en interior, hay que tener siempre en cuenta una serie de conceptos y que marcarán en mayor o menor medida el éxito final. Desde la elección de la semilla o el tipo de sustrato hasta la calidad de los nutrientes o de la iluminación, debemos tener todo más o menos planeado, cuantas menos improvisaciones hagamos, nuestras plantas más nos lo agradecerán ya que a veces nuestras ideas no les sientan bien.
Lo primero de todo y una vez nos hemos decido a germinar una semilla, es preguntarnos si podremos mantenerla o no. Parece una tontería, pero mucha gente lo intenta con una semilla en su propia habitación, con la luz de un flexo de escritorio y sin pretender que se enteren en casa. Lógicamente la pobre plantita tendrá muy pocas probabilidades de salir adelante y pasadas las semanas será un palo de 20 cm de alto con dos pares de hojas por la falta de luz. Lo mejor es ya tener el sitio de cultivo decidido de antemano, un buen lugar soleado en exterior o un lugar acondicionado en interior con una iluminación apropiada.
La elección de la semilla será uno de los puntos más importantes. Podemos estar de acuerdo en que algunas semillas son caras. Imagina también que una semilla en exterior puede llegar a producir cosechas superiores a un quilo, cuando tengas todos tus botes en la despensa llenos de cogollos de una enorme calidad, el precio que te haya costado la semilla sinceramente te importará bien poco. Y que aunque en la forma sí son iguales en su contenido no, por mucho que metamos un vino de tetrabrick en una botella de cristal no pasará a ser un buen vino. Escoge siempre semillas de bancos de confianza, el mercado actual nos ofrece una gran variedad tanto en características como en precios sin la necesidad que tener que recurrir a semillas de dudoso pedigrí y que repercutirá en el
Germinar no debería ser ningún problema, una ligera hidratación bastará para que la semilla se abra y asome la raíz buscando enterrarse y
El tamaño de la maceta sí importa. Optemos por macetas de pequeño tamaño y hacer todos los trasplantes que sean necesarios hasta llegar a la maceta definitiva. Cultivar desde el principio una planta en una maceta de gran capacidad, nos puede traer algún que otro problema: si tenemos insuficiente iluminación, las plantas se estirarán buscando más luz y tal llegue un momento que sea tan alta y el tronco tan fino que se doble. También a la hora de regar debemos tener especial atención, si tenemos una pequeña plántula en una maceta de 11 litros y regamos demasiado, las pequeñas raíces no conseguirán asimilar tanta cantidad de agua, habrá zonas hasta donde aún no han llegado y ya sabemos que un sustrato encharcado es un serio peligro. Cultivando en macetas pequeñas controlaremos a la perfección los riegos y si nuestras plantitas se espigan, en el siguiente trasplante siempre lo podemos corregir enterrando la planta lo máximo posible. Para interior podemos optar por macetas definitivas de 7 litros y en exterior de unos 20 litros, aunque al final tú decidirás según el tipo de sustrato, tipo de planta o espacio de cultivo.
Se dice que el éxito de un cultivo depende un 30% de la calidad de las semillas, un 30% de los cuidados generales que les demos a las plantas, un 30% de la calidad del sustrato y un 10% está en manos del destino (de un jabalí, de un gato, de unas lluvias torrenciales, de unos inesperados cortes de luz…) Una vez tengamos nuestras semillas de calidad y tengamos claro qué hacer con ellas, la elección de un buen sustrato es algo fundamental, será el soporte de nuestras plantas durante todo el cultivo y seguro que a nadie le gusta vivir en una chabola ni dormir en un catre. Un buen sustrato ha de ser esponjoso, deberá retener muy bien la humedad y casi lo más importante, tiene que estar libre de cualquier tipo de patógeno o plaga. Sin dar nombres, en algunos espacios comerciales regentados por orientales, por ejemplo venden sustratos que están muy bien para cultivar geranios, pero que para la marihuana son un peligro. Con lo que te has gastado en una semilla, ahora no seas tacaño y pretendas ahorrar comprando un sustrato que pueda matártela. El mercado nos ofrece una gran variedad de sustrato totalmente garantizados para el cultivo de marihuana, con más o menos cantidad de nutrientes, diversas estructuras y en fin, siempre a gusto del consumidor y siempre con la calidad por delante.
Las plantas de marihuana quieren mucha luz. Y cuanta más, mejor. Si cultivamos en exterior la consigna es muy sencilla, cuantas más horas de sol reciban, más crecerán, así que busca un lugar lo más soleado posible y con pocas sombras. Un mínimo de 4 o 5 horas de sol directo deberían ser obligatorias. Si cultivas en interior, ya la cosa se