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El “subidón” producido al vaporizar, Parte I

¿Qué caracteriza a una subida producida por la vaporización del cannabis? ¿Qué diferencia hay entre una subida generada con un vaporizador y una subida producida al fumar un porro o en pipa? ¿En qué se diferencian los diferentes vaporizadores, que hay en el mercado, en cuanto a la subida que producen? ¿Qué importancia tiene el ajuste de la temperatura en lo que respecta a la calidad y a la naturaleza de la subida generada al vaporizar?


Una subida más limpia



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El vaporizador de precisión “Plenty” de Storz&Bickel


Existe un gran debate en torno a estas, y otras, cuestiones relacionadas con la subida producida al consumir cannabis con un vaporizador. Después de leer diferentes conversaciones y discusiones al respecto en Internet, en una serie de sitios web dedicados al cannabis, diría que hay, por lo menos, una cosa en la que casi todos los usuarios del vaporizador están de acuerdo: la subida generada por el vaporizador es mucho “más limpia” que la subida producida al fumar cannabis, ya sea con una pipa de agua, pipa, o en un porro con tabaco. A partir de mis propias experiencias y de los informes de muchos otros usuarios, una subida “limpia” es una subida que te deja más activo y operativo a nivel cognitivo. Se producen menos interrupciones de memoria a corto plazo, no se pierde el hilo tan a menudo cuando se habla de un tema concreto, uno se siente menos desorientado y confundido. Presumiblemente, una de las razones es la ausencia de varias toxinas, que de otra manera se crean con la combustión del cannabis a altas temperaturas. Si el cannabis se calienta a más de 200º C (392º F), se producen algunas sustancias no deseadas:


“(…) se encuentran cantidades detectables de benceno en la neblina del vapor. El benceno contribuye a dejarte tirado en el sofá (…)


Pero la nitidez de la subida producida al vaporizar, en comparación con las subidas producidas cuando se quema el cannabis, no sólo se explica por la ausencia de algunas toxinas. Una planta de cannabis contiene alrededor de 80 cannabinoides. Además contiene más de 120 terpenos y más de 20 flavonoides, que son los responsables no sólo del aroma característico de una variedad, sino que también influyen de forma importante en la subida. Si queremos entender mejor la naturaleza de las subidas generadas con el vaporizador, primero tenemos que echar un vistazo a los diferentes puntos de ebullición de algunos de los cannabinoides pertinentes. El THC (delta-9-tetrahidrocannabinol), conocido porque te proporciona una subida más cerebral, enérgica, que se sube a la cabeza, se evapora a 157ºC (314,6º F). El CBN (cannabinol, el resultado de la degradación por oxidación) que es sedante y genera una subida que produce una sensación de confusión y desorientación, se evapora a 185º C (365º F). El CDB (cannabidiol), actualmente famoso por su valor médico para diversos fines (como ansiolítico, analgésico, antipsicótico, antiespasmódico, etc.) se evapora a entre 160-180º C. El cannabinoide THCV (tetrahidrocannabivarina), conocido por actuar como un euforizante, además de ser analgésico, se evapora a 220º C (428º F). Para ser breve, voy a dejar las cosas así… pero sabemos que hay otros cannabinoides que influyen en la subida.


Ahora, dado que los vaporizadores se pueden ajustar a diferentes temperaturas, que van desde un mínimo de 130º C a 200º C, e incluso más altas, debería quedar claro que pueden producir una variedad de subidas, sensiblemente diferentes, a distintas temperaturas. Muchos usuarios, con experiencia, de vaporizadores están de acuerdo con la siguiente afirmación de Steve Davis sobre que las temperaturas más bajas al vaporizar te proporcionan una subida más cerebral, edificante, que aporta más euforia:


“(…) cuando tienes un vaporizador de precisión, puedes ajustar la temperatura por lo que sólo produce THC. La magia consiste en que el THC se evapora después de alcanzar unos 305 grados Fahrenheit, pero otros cannabinoides no se vaporizan (y no llegarán a los pulmones) a menos que ajustes el vaporizador a unos 380-415 grados Fahrenheit. Así

-cannabis">marihuana tengas, si sólo quieres experimentar con los efectos del THC, acota la temperatura entre 305-320º F. Así sólo vaporizas el THC, y evitas el CBD y el CBN por completo”.[2]


La tecnología de los vaporizadores y las experiencias de los usuarios


Fíjate en la importante matización que hace Davis, habla de “vaporizadores de precisión”. Si queremos evaluar los informes de las experiencias con vaporizadores, tenemos que analizar, con mucha atención, qué tipo de vaporizador se ha utilizado para generar una subida. Markus Storz, el inventor del vaporizador alemán Volcano, probablemente el vaporizador más preciso del mundo, me explicó en una entrevista personal:


“Los vaporizadores que sólo calientan la cámara, pero no calientan el aire entrante a la temperatura de vaporización, no pueden calentar el material vegetal a una temperatura constante.”


Muchos de los informes sobre las experiencias de usuarios con vaporizadores, que incorporan una tecnología de calentamiento inferior, deben manejarse con cuidado. Aunque la mayoría de los vaporizadores, supuestamente, proporcionan una subida mucho mejor y más limpia que la procedente de un porro o una pipa, aquellos que utilizan los múltiples vaporizadores de calidad inferior no pueden controlar la temperatura con precisión, así que realmente no se pueden unir a un debate adulto sobre las diferencias en una subida procedente de una cierta variedad producida con un vaporizador a 160° C (320° F) o a 180º C (356º F).



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Y hay otros factores que debemos tener en cuenta a la hora de evaluar los informes personales sobre la subida producida al vaporizar en los usuarios. Muchos de los usuarios han fumado porros durante mucho tiempo, antes de usar vaporizadores, y en su mayoría han consumido cannabis de mala calidad, procedente del mercado negro y mezclado con el tabaco de cigarrillos baratos. Tienden a equiparar la subida “real” con los efectos producidos por la combustión del cannabis de poca calidad junto con el tabaco nocivo, que por lo general te hacen sentir más inquieto, desorientado, sedado, y te juegan malas pasadas con la memoria a corto plazo. Al principio, estos usuarios suelen sentirse decepcionados con la subida obtenida al vaporizar cannabis puro, porque echan de menos algún efecto concreto de los que produce la nicotina del tabaco, o porque realmente lo que buscan es sólo un efecto “de incapacitación mental” que ayuda a tranquilizarse y a olvidar las tensiones del día. He hablado con muchos usuarios que me han dicho que lo que buscan, realmente, es un estado mental en el que, simplemente, obtienen un efecto físico de relajación corporal junto con una subida en la que su mente quede inutilizada, que juega con su memoria a corto plazo, de forma que puedan aliviar su estrés diario, mental y físicamente. Una subida más limpia procedente de un vaporizador de precisión fijado a una temperatura más baja, por lo general, no les proporciona eso. Muchos de los usuarios ni siquiera reconocen el estado alterado de conciencia procedente de un vaporizador como una verdadera subida, porque no están acostumbrados a ser tan funcionales a nivel cognitivo.

Cuando nos fijamos en los debates sobre la subida generada con el vaporizador en diferentes foros de Internet, también debemos tener en cuenta que muchos usuarios consiguen su cannabis en el mercado negro y, por lo tanto, a menudo no saben exactamente qué variedad están comprando, en qué condiciones se ha producido y almacenado, y cuál es el perfil de cannabinoides de su material. En resumen, entonces, muchos de los informes anecdóticos sobre las subidas del vaporizador y generalizaciones sobre cómo usar un vaporizador afecta a la subida, de forma sistemática, deben examinarse con detenimiento y son, supuestamente, erróneas. Muchas de estas opiniones se basan en los consumidores que utilizan marihuana de mala calidad con vaporizadores que, realmente, no permiten un control preciso de la temperatura, y muchos es estos informes están influenciados por los prejuicios de los usuarios, ya que son fumadores de marihuana. Esto también explica los numerosos informes contradictorios de los usuarios. Por lo tanto, en la segunda parte, vamos a echar un vistazo, más detenidamente, a un enfoque que nos permita investigar mejor las subidas producidas al vaporizar en el futuro y llegar a conclusiones valiosas sobre los diversos efectos de los numerosos cannabinoides, terpenos y flavonoides que contiene el cannabis.


Notas a pié de página


Alexander Martin (2012), “Tailoring Your High: Compounds in Cannabis, Properties and Boiling Points”,

-points/
Steve Davis (2014) “Marihuana Vaporizer: Your Way to Incredible New Marihuana Highs“,
vaping


Por Sebastián Marincolo   Fuente