A menos que hayas vivido bajo tierra toda la vida, serás consciente de que el gobierno federal de EEUU considera que la marihuana es ilegal en todas sus formas. También sabrás que algunos estados han legalizado la marihuana en su forma medicinal y recreativa. Por supuesto, esto ha dado lugar a una gran cantidad de problemas y tensiones entre el gobierno federal y sus estados. La Administración de Obama ha emitido algunos cambios en estas políticas limitadas que se han traducido en una menor intervención por parte del Gobierno norteamericano en los estados que la han legalizado.

¿Ha ido la Administración Obama lo suficientemente lejos? Por supuesto que no. Todavía hay muchas cosas que hay que hacer. Pero las cosas podrían ciertamente ser peores. La Administración de Obama parece ser al menos abierta a los estados que legalizan la marihuana, siempre que los problemas no lo mitiguen. Un miembro del gabinete de Obama, la Procuradora General Loretta Lynch, se hizo eco de esa posición esta última semana cuando le hicieron una entrevista la NBC. Por un artículo que el legendario activista Tom Angell publicó, en ​​Marijuana.Com:

El máximo y superior policía de Estados Unidos piensa que a los estados se les debe permitir la legalización de la marihuana, pero cree que el gobierno federal tiene un papel que desempeñar en el mantenimiento de cannabis lejos de los niños y detener el tráfico de droga de un estado a otro.

          “Lo que hemos dicho y seguimos diciendo es que los estados también tienen que tener un sistema diseñado, como primer tema, mitigar la violencia asociada con sus industrias de marihuana. Y número dos, y quizás el más importante, mantener a los más jóvenes, los niños alejados de los productos. “

Esta afirmación es una simplificación de la posición de la administración Obama sobre la política de la marihuana. Es evidente que todavía hay mucho que el gobierno federal hace para apoyar la prohibición de la marihuana en los estados que cumplan con los criterios mencionados. Oregon, por ejemplo, se ajusta a los criterios, sin embargo, el gobierno federal todavía gasta cientos de miles de dólares al año en la erradicación de la marihuana. Se quiere ver que el empuje de la Administración Obama es algo duradero. Hasta este punto todo lo que Obama ha hecho por la reforma de la marihuana se podría deshacer fácilmente si otro Presidente de pensar diferente asumiera el cargo y tratase de hacer tales cambios.