Esto confirma los resultados de otros estudios. Un estudio realizado en Gran Bretaña y que fue publicado en el 2011 encontró que el ingrediente principal de cannabis proporciona neuroprotección para las personas con la enfermedad de Parkinson. Sus propiedades neuroprotectoras incluyen la reducción de la inflamación y el control de los espasmos, por lo que es un fármaco ideal para el tratamiento de Parkinson. Sin embargo, su situación legal confusa hace que sea muy difícil para la gente el obtener o considerar su uso y que los médicos incluso recomienden a sus pacientes.
Otro interesante estudio realizado en el 2010 encontró que los receptores de cannabinoides se encuentran en muchas partes del cerebro y que los cannabinoides se producen de forma natural en el cerebro. Las personas con Parkinson tienen niveles más altos de endocannabinoides (cannabinoides producidos en el cerebro). El ingrediente principal de la marihuana, Tetrahydrcannibol (THC) en realidad aumenta la producción de dopamina temporalmente. El cannabidiol (CBD) otro componente del cannabis, también proporciona propiedades neuroprotectoras y se ha demostrado que reduce las distonías. El BDC podría tener una mejora muy importante con el tratamiento y un estudio reciente también ha demostrado que es útil en el tratamiento de ciertos tipos de cáncer.
Aunque ha habido muchas, muchas personas que reportan los beneficios anecdóticos de fumar cannabis, los ensayos clínicos se están quedando atrás. Estudios de laboratorio y en animales han demostrado muchos beneficios, pero los problemas desconcertantes alrededor de la legalidad del cannabis ralentiza los esfuerzos e impide el progreso.