Quien más quien menos, todos hemos sufrido o hemos tenido alguien cerca que ha sufrido la tortura del acné en la adolescencia, o incluso ya en su edad adulta. Y todos conocemos remedios caseros o fármacos con una larga lista de efectos secundarios que no siempre funcionan, por lo que parece que las investigaciones en este campo nunca están de más. Pues bien, el aceite de CBD (el compuesto de cannabidiol, extraído de la marihuana y en esta forma, con escaso o nulo poder psicoactivo) ha demostrado ser un potencial tratamiento contra el acné, ya que actúa como agente sebostático.
Reducción del acné
Según afirman los investigadores “la administración de CBD sobre
cultivos de sebocitos y piel humana inhibió la acción lipogénica de
varios compuestos, como el ácido araquidónico y una combinación de ácido
linoleico y testosterona, y suprimió la proliferación de sebocitos”. Es
decir, actúa sobre los síntomas del acné con bastante eficacia, por sus
efectos antiinflamatorios y antiproliferantes.
Aplicaciones de la marihuana
Lo más interesante de estas nuevas alternativas es que abren nuevos
caminos a pacientes que pueden haber perdido la confianza en la medicina
tradicional, o que no están dispuestos a pasar por los efectos
secundarios, importantes en el caso de los tratamientos dermatológicos
más agresivos. Verdaderamente, el uso de cualquier derivado de la
marihuana puede seguir despertando recelos, porque suele asociarse a su
uso recreativo, pero muchos estudios, y una larga trayectoria histórica
de las innumerables aplicaciones de las semillas de cáñamo, han demostrado que esta es una vía de investigación y un camino que haríamos mal en ignorar.
Uso recreativo y uso medicinal
En cuanto las diferentes legislaciones coincidan en considerar que hay
enormes diferencias entre el uso recreativo y el medicinal, seguramente
será más fácil investigar en este campo, pese a que cualquier
alternativa a los fármacos tradicionales es observada con lupa por los
diferentes gobiernos y puede encontrar el rechazo frontal de las grandes
empresas farmacéuticas. Ojalá el camino se despeje hacia un mayor
abanico de opciones para poder curarnos, independientemente de quién