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Se acabó arrancar hierba en estados de EEUU que es legal

La policía de Estados Unidos, acostumbrada a confiscar plantas ilegales de marihuana arrancándolas de raíz y almacenándolas en mohosas salas de pruebas, tiene que replantearse ahora esa práctica en los estados donde se ha legalizado parcialmente esta planta.


Desde Colorado y hasta el estado de Washington, pasando por California y Hawái, la policía se enfrenta a demandas de gente que quiere recuperar su marihuana, después de haber sido absueltos o de que la fiscalía decidiera no presentar cargos en su contra.


En algunos casos, estos antiguos sospechosos piden cientos de miles de dólares para sustituir las plantas muertas.


La preocupación sobre las responsabilidades legales de la policía ha hecho que algunas agencias renuncien a recolectar las plantas o improvisen, recogiendo unas pocas muestras y fotografiando el resto para utilizar como prueba en un proceso legal.


“En realidad ninguno estamos seguros de lo que se supone que tenemos que hacer, así que te inclinas por la precaución”, señaló Mitch Barker, director ejecutivo de la Asociación de Sheriffs y Jefes de Policía de Washington.


El concepto de la marihuana como medicina choca con un procedimiento policial de recogida de pruebas desarrollado en una era en la que la marihuana era una lacra y debía ser eliminada.


Se están registrando demandas contra la policía por plantas de marihuana que se han marchitado durante su estancia en almacenes de pruebas, tanto en estados como Colorado, donde la ley ordena devolver el artículo intacto si el sospechoso es absuelto o no se presentan cargos, como en otros lugares.


En Colorado Springs, un enfermo de cáncer contra el que se habían presentado cargos de drogas, ha demandado a la policía después de que le devolvieran muertas 55 plantas, valoradas en unos 300.000 dólares. Un tribunal de apelaciones tuvo que ordenar a la policía que se las devolvieran.


Por su parte, Alvida Hillery, propietaria de un dispensario médico, demandó a la policía para que le devolvieran sus 604 plantas o le pagaran 3,3 millones de dólares, tras ser absuelta de los cargos de cultivo de drogas.


Retiró la demanda a cambio de una licencia municipal de dispensario. Para entonces, las plantas habían muerto.


“Necesitamos normas uniformes, y las fuerzas de la ley harían bien en desarrollar esas normas, o seguirán recibiendo demandas”, dijo el abogado de HIllery, Sean McAllister, que representa a otro propietario de dispensario en un caso similar.


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