LOS PEORES PAÍSES DEL MUNDO SI TE PILLAN CON CANNABIS
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Cada país tiene sus propias leyes en relación con el cannabis.
Si eres sorprendido por la autoridades con posesión o cultivando puedes
sufrir diferentes suertes según donde te encuentres:
INDONESIA
Este bello país asiático ha sido visitado por más de 15 millones de
turistas el año pasado buscando sus paradisíacas playas y místicos
templos. Pero no es el mejor país para relajarse fumando cannabis en una
playa a la luz de la luna. En Indonesia el
cannabis está clasificado como droga del grupo 1, es decir que tiene la
misma consideración que la heroína, la cocaína y la metanfetamina. La
posesión acarrea una pena máxima de cuatro años de prisión o
rehabilitación forzosa. A menudo la policía realiza redadas en
establecimientos de ocio frecuentados por turistas extranjeros buscando
engordar las arcas del estado a base del pago de fianzas.
ESTADOS UNIDOS
Aunque en muchos de sus estados el cannabis es legal, tanto con fines
médicos como recreativos, sigue siendo una sustancia prohibida a nivel
federal. Y aún consumiéndola en alguno de los estados donde es legal, se
pueden tener problemas. Siendo antiguos gobiernos de este país los
culpables de la ilegalización prácticamente mundial del cannabis,
todavía pueden denegar la entrada de por vida en su territorio por el
simple hecho de reconocer en aduanas que has fumado cannabis alguna
vez. Hace unos años a mujer chilena los agentes de aduanas le
encontraron en su móvil fotos en las que se la veía en un dispensario de
marihuana de Denver y le prohibieron la entrada a Estados Unidos de por
vida.
EMIRATOS ÁRABES
Dubai se convirtió en el año 2018 en la cuarta ciudad más visitada del
mundo con cerca de 16 millones de turistas. Además es un país caro, con
más de 500 euros de gasto de media por visitante al día. Pero es muy
mala idea tratar de gastar algo en comprar cannabis. El simple hecho de
dar positivo en un test de drogas, se considera posesión. La pena mínima
es de 4 años de cárcel o 2.500 euros de multa. Fue famoso en su día el
caso de un joven británico condenado a 4 años de prisión al que las
autoridades encontraron pegado en la suela del zapato 0,0003 gramos de
cannabis.
TAILANDIA
Hasta hace pocos años, la posesión de cannabis podía estar penada con la
muerte. En 2003, el gobierno declaró la “guerra a las drogas” y durante
los 3 primeros meses de esta campaña, se ejecutaron a 2800 personas
extrajudicialmente. Un informe oficial de 2007, aseguraba que más de la
mitad de los ejecutados no tenían conexión alguna con ninguna droga.
Afortunadamente las políticas cannábicas han cambiado en uno de los
países con las mejores sativas del mundo. Desde el 2018 está legalizado
su uso terapéutico y es relativamente fácil conseguir cogollos. Pero la
condena por posesión y consumo son de hasta un año de cárcel y 294 euros
de multa.
SINGAPUR
Este país insular asiático formado por sesenta y tres islas, es famoso por sus estrictas normas de
conducta. Te pueden multar por mascar chicle en transporte público o
por escupir al suelo. En temas cannábicos no es menos, ya que la simple
posesión acarrea penas de un máximo de 10 años de cárcel y casi 18.500
euros de multa. Con cantidades superiores al medio kilo y con una
imputación de tráfico, las penas pueden ir desde los azotes, a la cadena
perpetua e incluso la pena capital. Incluso se considera posesión un
positivo en los típicos controles de estupefacientes que se hacen al
llegar al país en avión, aún cuando se haya consumido en otro país hace
unos días.
JAPÓN
Se trata de uno de los países con la ley de control del cannabis más
estricta. La simple posesión está penada con hasta cinco años de
prisión. Puede subir hasta siete si se considera que existe ánimo de
lucro y multa de hasta 16.500 euros. Hace unos meses, el famoso cantante
de pop japonés Junnosuke Taguchi y su novia fueron arrestados por
posesión de 2,2 gramos de cannabis que fueron encontrados en un registro
en su domicilio. Al final fueron puestos en libertad tras pagar una
fianza de 24 800 euros cada uno. Ésto hace que Japón sea uno de los
países donde menos cannabis se consume, aunque los arrestos por posesión
aumentan año a año, de los cerca de 3.000 en 2017 a más de 3.500 en
2018.
LUPA RUBRA
Each country has its own laws regarding cannabis. If you are surprised by the authorities with possession or cultivation you can suffer different luck depending on where you are:
INDONESIA This beautiful Asian country has been visited by more than 15 million tourists last year looking for its paradisiacal beaches and mystical temples. But it is not the best country to relax smoking cannabis on a beach in the moonlight. In Indonesia, cannabis is classified as a group 1 drug, meaning that it has the same consideration as heroin, cocaine and methamphetamine. Possession carries a maximum penalty of four years in prison or forced rehabilitation. Often the police carry out raids on leisure establishments frequented by foreign tourists seeking to fatten the state coffers based on the payment of bails.
UNITED STATES Although cannabis is legal in many of its states, for both medical and recreational purposes, it remains a federally prohibited substance. And even consuming it in one of the states where it is legal, you can have problems. Being former governments of this country, the culprits of the practically worldwide prohibition of cannabis, they can still deny entry to their territory for life for the simple fact of recognizing at customs that you have ever smoked cannabis. A few years ago, Chilean woman customs agents found photos of her in a Denver marijuana dispensary on her cell phone and prohibited her from entering the United States for life.
ARAB EMIRATES Dubai became the fourth most visited city in the world in 2018 with nearly 16 million tourists. It is also an expensive country, with more than 500 euros on average per visitor per day. But it is a very bad idea to try to spend something to buy cannabis. Simply testing positive for drugs is considered possession. The minimum penalty is 4 years in prison or 2,500 euros of fine. It was famous in its day the case of a young British man sentenced to 4 years in prison who the authorities found stuck to the sole of the shoe 0.0003 grams of cannabis.
THAILAND Until a few years ago, cannabis possession could be punishable by death. In 2003, the government declared a “war on drugs” and during the first 3 months of this campaign, 2,800 people were extrajudicially executed. An official report from 2007 claimed that more than half of those executed had no connection to any drug. Fortunately, cannabis policies have changed in one of the countries with the best sativas in the world. Since 2018, its therapeutic use has been legalized and it is relatively easy to get buds. But the sentence for possession and consumption is up to one year in prison and a fine of 294 euros.
SINGAPORE This Asian island country made up of sixty-three islands, is famous for its strict rules of conduct. You can be fined for chewing gum on public transportation or spitting on the ground. In cannabis issues it is no less, since simple possession carries penalties of a maximum of 10 years in prison and almost 18,500 euros of fine. With amounts greater than half a kilo and with a traffic charge, the penalties can range from whipping, to life in prison and even capital punishment. Possession is even considered a positive in the typical controls of narcotic drugs that are made when arriving at the country by plane, even when it was consumed in another country a few days ago.
JAPAN It is one of the countries with the strictest cannabis control law. Simple possession is punishable by up to five years in prison. It can go up to seven if it is considered that there is a profit motive and a fine of up to 16,500 euros. A few months ago, the famous Japanese pop singer Junnosuke Taguchi and his girlfriend were arrested for possession of 2.2 grams of cannabis that were found in a search at their home. In the end they were released after paying a deposit of 24,800 euros each. This makes Japan one of the countries where the least cannabis is consumed, although arrests for possession increase year by year, from around 3,000 in 2017 to more than 3,500 in 2018.