El 6 de Julio se cmplieron 4 años de la regulación del cannabis científico medicinal en colombia, una herramienta jurídica creada para administrar la explotación de una mina de oro: las tierras fértiles del Pacífico colombiano.

Los pedidos de licencias para operar se multiplicaron enseguida hasta llegar a más de 970 hoy en día.

No obstante, la demanda empastó una maquinaria burocrática a la que ya le costaba funcionar.

También llegaron las poderosas empresas canadienses, que no cuentan en su país con grandes extensiones de tierras listas para el cultivo, y sus dólares.

Colombia fue el destino elegido porque es consciente de su potencial, y por su pasado: sabe que esta vez es mejor regular la actividad que lamentar las consecuencias de la clandestinidad.

Es por eso que durante los meses de pandemia logró agilizar los engranajes de una industria que opera a través de farmacéuticas , actividad que se saltó las cuarentenas del continente, por ser ensencial.

En lo que va de 2020, y en parte gracias al coronavirus, se digitalizaron los trámites administrativos y se otorgaron algunas licencias, en particular, una que habilita a la firma de PharmaCielo a exportar hasta 10 toneladas de acetite de cannabis con THC, el componente psicoactivo de la planta.

"El gobierno se está dando cuenta de que las empresas, los productores y cultivadores necesitamos esa ayuda, que entiendan que los trámites tienen que ser fáciles de hacer, y que la licencia es apenas el inicio”, explica a Sputnik la cofundadora y CEO de la compañía local de cultivo y extracción de cannabis Huicana, Daniela Cappa.

El potencial para Colombia es suculento, según un estudio de la consultora Econcept realizado para la firma farmacéutica Medcann, tanto que podría superar los 5.900 millones de dólares en una proyección de mediana expectativa. y casi los 18.000 millones si los augurios se cumplen. De consolidar ese desarrollo, el área cultivada con cannabis en Colombia podría superar las 7.000 hectáreas, o sea, lo mismo que hoy ocupan las flores tradicionales de corte, una de las especialidades del país. Además, podría generar más de 101.000 empleos.

“La primera persona que descubrió una mina de oro tuvo que excavar con sus manos hasta que llegó uno que le vendió una pala. La industria empieza a evolucionar”, describe a modo de analogía el presidente ejecutivo y CEO de Medcann, Jon Ruiz.

Este español radicado en Bogotá entiende que el cannabis puede jugar un papel en determinados efectos secundarios del covid-19 relacionados con el dolor y la inflamación y la empresa que dirige desde 2016 también ha aprovechado los tiempos de la pandemia.

Sin embargo, el interés de Medcann no son las plantas, sino las semillas.

Entre mayo y junio de este año Colombia hizo seis exportaciones en las que totalizó casi 30 millones de pepitas. El destino principal fue Denver, en el estado de Colorado, Estados Unidos.

“Se nos ha abierto una línea de negocios que ya teníamos desarrollada porque parte de nuestro futuro pasa por la investigación; eso nos ha permitido hacer acuerdos con socios en Canadá, y estamos tratando varios contratos en España”, enumera Ruiz, “En plena pandemia nos concedieron el mayor cupo de seis hectáreas de cannabis psicoactivo y eso para un Gobierno como el colombiano es un hito”.

Avicanna, otro gigante del sector instalado en Colombia, también se vio beneficiado con la exportación de semillas.

Consultado por Sputnik, su presidente para Latinoamérica, Lucas Nosiglia, admitió que fue “gracias a la cooperación del Gobierno (colombiano) durante la pandemia que pudimos exportar a la fecha más de 5 millones de semillas y otro derivados de la planta que producimos localmente en tiempo y forma”.

       LUPA RUBRA

July 6 included 4 years of regulating medical scientific cannabis in Colombia, a legal tool created to manage the exploitation of a gold mine: the fertile lands of the Colombian Pacific.

Requests for operating licenses quickly multiplied to more than 970 today.

However, the demand put a bureaucratic machinery that was already difficult to operate.

We also have the powerful Canadian companies, which do not have large tracts of land ready for cultivation in their country, and their dollars.

Colombia was the chosen destination because it is aware of its potential, and because of its past: it knows that this time it is better to regulate the activity than to regret the consequences of hiding.
That is why during the months of the mechanical pandemic, speed up the gears of an industry that operates through pharmaceuticals, an activity that carries out the quarantines of the continent, as it is essential.

So far in 2020, and partly thanks to the coronavirus, administrative procedures have been digitized and some licenses have been granted, in particular, one that enables the PharmaCielo firm to export up to 10 tons of cannabis oil with THC, the component psychoactive plant.

"The government is realizing that companies, producers and growers need this help, that they understand that the procedures have to be easy to do, and that the license is just the beginning," explains the co-founder and CEO of Sputnik. the local Huicana cannabis cultivation and extraction company, Daniela Cappa.

The potential for Colombia is succulent, according to a study by the consulting firm Econcept conducted for the pharmaceutical firm Medcann, so much so that it could exceed $ 5.9 billion in a projection of medium expectation. and almost 18,000 million if the omens are fulfilled. If this development is consolidated, the area cultivated with cannabis in Colombia could exceed 7,000 hectares, that is, the same thing that traditional cut flowers occupy today, one of the country´s specialties. Furthermore, it could generate more than 101,000 jobs.

“The first person to discover a gold mine had to dig with their hands until one came who sold them a shovel. The industry is beginning to evolve, ”Medcann CEO and President Jon Ruiz describes by way of analogy.

This Bogotá-based Spaniard understands that cannabis may play a role in certain side effects of covid-19 related to pain and inflammation and the company he has run since 2016 has also taken advantage of the times of the pandemic.

However, Medcann´s interest is not in plants, but in seeds.
Between May and June of this year, Colombia made six exports in which it totaled almost 30 million pips. The main destination was Denver, in the state of Colorado, United States.

“A business line that we already had developed has been opened to us because part of our future is through research; This has allowed us to make agreements with partners in Canada, and we are trying various contracts in Spain, "Ruiz says," In the midst of a pandemic, we were granted the largest quota of six hectares of psychoactive cannabis, and that for a government like the Colombian is a milestone. " .

Avicanna, another giant of the sector installed in Colombia, also benefited from the export of seeds.

Consulted by Sputnik, its president for Latin America, Lucas Nosiglia, admitted that it was "thanks to the cooperation of the (Colombian) Government during the pandemic that we were able to export to date more than 5 million seeds and other derivatives of the plant that we produce locally in time and form".

          LUPA RUBRA