Argentina: Segundo Encuentro de Mujeres Cannábicas
ica.argentina">Salud Cannábica Argentina,
activista por los derechos de las personas con VIH y el uso medicinal
de cannabis. Este encuentro, pequeño, afectuoso, realizado entre 10
mujeres al interior de su casa, dio origen a la siguiente experiencia:
el segundo Encuentro de Mujeres Cannábicas, realizado en Bosques, zona
Sur de Buenos Aires el 26 de octubre de 2013*. Esta vez, fuimos muchas
más; 60 mujeres de diferentes generaciones, procedencia y experiencias
alrededor del cannabis nos encontramos para vincular el uso de cannabis
con el empoderamiento y la autonomía de las mujeres. Taller de cultivo,
un ritual que planteó la relación de las mujeres con la espiritualidad y
la tierra, alimentos compartidos, autogestión y conversas dinamizaron
la jornada. Nuestra invitada especial fue Alicia Castilla,
escritora argentina que reside en Uruguay; feminista y libertaria,
Alicia propuso la reflexión sobre el cannabis y la sororidad**,
planteando la urgencia de crear vínculos de solidaridad entre mujeres
para desafiar los preceptos patriarcales que nos han convertido
históricamente en enemigas. Alicia, rastreó a las mujeres como primeras
sanadoras de la historia, las que fueron quemadas en la hoguera por
tener el conocimiento del uso de las plantas y conectarse directamente
-sin intermediarios- con el mundo espiritual a través de las plantas
alucinógenas. Gilda Colman, por su parte, contó su
experiencia con el uso medicinal de cannabis y resaltó la importancia de
encontrarnos entre mujeres y de llevar mucho más a fondo la reflexión
sobre los roles que tenemos las mujeres en el mundo cannábico y la
necesidad de construir universos simbólicos propios, como este Encuentro
ica.argentina">Salud Cannábica Argentina,Natalia Castro, feminista cannábica y documentalista colombiana, Emilia Villalba, en ese entonces integrante de salud cannábica argentina y Maria Elena Salas, activista cannábica chilena. **”La
sororidad comprende la amistad entre quienes han sido creadas en el
mundo patriarcal como enemigas, es decir las mujeres, y entendiendo como
mundo patriarcal el dominio de lo masculino, de los hombres y de las
instituciones que reproducen dicho orden. (…) La sororidad está basada
en una relación de amistad, pues en las amigas las mujeres encontramos a
una mujer de la cual aprendemos y a la que también podemos enseñar, es
decir, a una persona a quien se acompaña y con quien se construye (…) En
esta relación, unas son el espejo de las otras, lo que permite a las
mujeres reconocerse “a través de la mirada y la escucha, de la crítica y
el afecto, de la creación, de la experiencia” de otras mujeres (…) En
la sororidad se encuentra la posibilidad de eliminar la idea de
enemistad histórica entre mujeres”. Tomado de: