Para los pacientes de cáncer, no es ninguna broma
la parte medicinal de esta sustancia. El cannabis es una planta mágica y
esto me ayudo a salvar mi vida.
o/">DaVinci vaporizadores , productores de hoja suelta de lujo y vaporizadores de tabaco.
“Tienes que darte cuenta de que puedes utilizar la marihuana
ahora”, me dijo mi amigo por teléfono. “Sabes que esta sustancia te
puede ayudar¿verdad?”.
Me dirigía a casa desde la clínica donde acababa de haber sido
diagnosticada con cáncer de mama. El cáncer no sólo estaba en mi pecho.
Probablemente había estado creciendo en mi cuerpo durante un largo
tiempo sin mi conocimiento, me dijo el doctor. La enfermedad ya había
colonizado por lo menos un ganglio linfático, y tal vez algo mas. A lo
mejor yo era metastásica. O tal vez me iba a morir pronto. O no. No
sabíamos nada…
Mi amigo me estaba llamando porque me amaba, y había leído mis tweets
ese día. Él era, y es , un usuario de marihuana recreativa. El no era
el típico hippie fumado. Fumaba y vaporizaba marihuana a diario, pero
era uno de los creativos más activos que conocía.
Yo no había fumado marihuana desde mi adolescencia . Mi amigo sabía
que yo no aprobaba todos los dispensarios ‘sospechosos’ que habían
estado surgiendo por todas partes en Los Ángeles. Discutimos sobre el
mercado en auge , jurídicamente dudoso para el cannabis. También
discutimos sobre los “colectivos” y los “centros de cuidado”. Mi amigo
sabía que yo no creía en la parte medicinal de la marihuana.
“Xeni , sabes que las personas con cáncer – Quiero decir, la gente como
tu, porque tu tiene cáncer ahora – Puede usar esto para aliviar el dolor
las náuseas y esas cosas ¿no? Nosotros te ayudaremos a conseguir esto”
Escuchaba todo esto por el teléfono mientras conducía a casa tras el
diagnóstico. Yo estaba todavía en esa primera oleada de shock tras el
diagnostico.
Gracias, estoy bien. Lo conseguiré, le dije. Pero no conseguí nada.
Mi vida había estado durante mucho tiempo profundamente afectada por
el abuso de sustancias y la adicción en mí misma y en mis seres
queridos.
Las pantallas fuera de los dispensarios de cannabis donde viví en
Venecia prometían curar todo: La falta de sueño,la reducción de los
impulsos sexuales y hasta el pelo estropeado. Mujeres jóvenes en bikini
meneaban su culo fuera de los escaparates. Llevaban letreros en forma de
sándwich que prometían hacerte consumidor legal por 40 dólares en media
hora, y ofrecían coquetos complementos a los turistas que caminaban por
el paseo marítimo. ¿Cómo podía ser medicinal? No quería tener nada que
ver con eso. Yo pensaba que la palabra medicinal le había sido agregada
al término “marihuana” para ayudar a los capitalistas del mercado negro a
vender mas drogas a los adictos.
Tengo esto, le dije a mi amigo, y no necesito ni voy a necesitar la
marihuana. Y agradezco tu oferta, pero voy a estar bien . Además, yo
realmente no me siento diferente tras el diagnóstico. Estoy bien.
Dios, yo era tan ingenua. Y yo estaba tan equivocada…
Los próximos dos años de mi vida fueron una pesadilla por el
tratamiento, el terror y las drogas. Un montón de drogas. Cócteles de
quimioterapia que bombeaban en mis venas para matar las células
malignas. Los opioides para matar el dolor que siguió a las cirugías.
Píldoras anti-eméticos, algunas de las cuales me costaban cientos de
dólares de mi bolsillo, las cuales me ayudaban con las náuseas y los
vómitos pos-quimioterapia. En otras ocasiones ni los médicos te podían
ayudar, y nosotros teníamos que probar alguna otra droga. Entonces,
todavía había más drogas de mis médicos para la ansiedad y la depresión
durante el tratamiento, y para el trastorno de estrés postraumático
después del tratamiento. Medicamentos para alejar el miedo ahora – no
del todo irrazonable de la muerte que explotó en mi cerebro cada día ,
que se manifiesta en forma de ataques de pánico que me dejaban llorando,
gritando, o paralizada por el dolor. Echaba de menos la vida normal y
pre-cáncer que una vez conocí . Sabía que se había ido para siempre.
Ser un paciente de cáncer significa drogas. Cada uno de estos
medicamentos llegaban con su propio “teléfono operadora” de riesgos y
efectos adversos. Hay drogas auxiliares que se tienen que tomar para que
puedas tolerar los medicamentos que salvan vidas. Medicamentos para sus
medicamentos por sus medicamentos prescritos en una cadena interminable
, una máquina de Rube Goldberg,(aparato excesivamente sofisticado que
realiza una tarea muy simple de una manera deliberadamente muy indirecta
y elaborada, normalmente haciendo uso de una reacción en cadena)
farmacéutica que, si tienes suerte , ayuda a los médicos a salvar su
vida y te ayuda a ti a seguir queriendo vivir en ella.
La marihuana podría terminar siendo la sustancia menos pesado en mi vida. Y acabaría por ayudarme. Y en gran cantidad.
Las paredes conceptuales que había construido en contra de la hierba
se derrumbó la noche después de mi primera infusión de quimioterapia.
Los anti eméticos que me dieron en el centro de infusiones no funcionó
en mí. Vomité toda mi casa unas horas después de que la enfermera se
desabrochara mi muñeca de la 4º infusión llena de líquido tóxico ( la
primera ronda contenía un compuesto originalmente destilado de gas
mostaza, no es broma ). No recuerdo mucho de esa noche, pero sí recuerdo
a mi mamá sosteniendo mi cabeza mientras me levantaba.
Hablamos con mi oncólogo al día siguiente. Nosotros experimentamos
con diversas drogas, pero las náuseas ,falta de apetito, el echar las
potas y yo éramos inseparable. La gestión de estos síntomas es más que
una cuestión de comodidad . Es una cuestión de supervivencia. Si no
puedes comer, estás perdiendo líquidos mientras vomitas tus entrañas, y
no puedes dormir, tienes un problema real. . Y Entonces, no puedes
llegar a curarte con estas infusiones. Pero esas infusiones son un
intento para salvar tu vida.
A la mierda, le dije a mi amigo. Vamos a probar con la marihuana.
Con la ayuda de ese amigo, y otros que trabajan con marihuana, obtuve
comestibles profesionalmente preparados de un chef convertido en el rey
de los dulces de cannabis en Los Ángeles. Cada paquete se marcó con
información sobre su dosificación. Estos se preparaban de una manera
limpia, higiénica y responsable – cosa es realmente importante cuando
eres un paciente de cáncer, debido a que tu sistema inmunológico se ve
comprometido.
Otro amigo me ayudó con extractos de aceite y varias cepas de hierba
que podían ser inhalados en un vaporizador para diferentes síntomas, en
diferentes intensidades, en diferentes momentos.
En ciertos momentos, el vapor inhalado era más reconfortante o
eficaz. En otros, los comestibles tenían más sentido. Mis médicos y
enfermeras no podían ayudarme a resolver esto. Mis amigos vas fumadores
de marihuana recreativa tampoco tenían idea de cómo ayudar. La mayoría
de los pacientes con cáncer de mama que eran compañeros míos, habían
tenido un limitado conocimiento del consumo de cannabis durante el
tratamiento. Me las arreglé para encontrar un asesoramiento experto,
pero la mayoría de los pacientes con cáncer que tienen la suerte de
acceder al cannabis, no tienen acceso a instrucciones fiables sobre cómo
usarlo exactamente.
Me enteré de que mordisqueando estos dulces y galletas de marihuana
con un alto contenido de thc antes y durante mi infusión de
quimioterapia me ayudaban a evitar las náusea que le seguían. Me enteré
de que la vaporización cuando llegué a casa de una infusión de
quimioterapia podría ayudar aún más a mantener las náuseas y los vómitos
alejados de mi, y a relajar mi cerebro lo suficiente para dormir. Fui
honesta con mi oncólogo médico, acerca de mi deseo de consumir cannabis
para ayudar a controlar los síntomas. Seguí a utilizar los medicamentos
farmacéuticos que prescriban, pero el cannabis se convirtió en una
herramienta adicional en nuestro arsenal. Escribí una carta a mi médico
para que me proporcionara en los dispensarios cannabis(se requiere una
carta de este tipo para uso legal en California).
Como mi tratamiento progresó con cirugías, y luego con semanas de
radiación diaria, me enteré de que el cannabis realmente podía ayudar
también con el dolor, la ansiedad y el insomnio. Las dosis que utilicé
para contrarrestar las náuseas y los vómitos eran muy altas. Las dosis
para ayudarme a comer cuando mi cuerpo repelía los alimentos no eran tan
alta. Las dosis me ayudaban a calmar mi actividad cerebral y a
reemplazar el miedo por un ligero “subidón” de comodidad fueron menores
aún – y los caramelos o las distintas cepas de marihuana que contenían
más cannabidiol (CBD) que tetrahidrocannabinol (THC) te cortaban la
ansiedad sin “subidón” en absoluto.
Mientras me recuperaba de mi primera cirugía, descubrí que el
vaporizar la marihuana o comer caramelos de marihuana al mismo tiempo
que tomaba mis opiáceos prescritos, parecía amplificar la eficacia de
los mismos. Con yerba, podría tomar menos hidrocodona u oxicodona. Esto
me fue genial, porque los opioides tienen un alto riesgo de abuso o
dependencia y me producían depresión estreñimiento. Con el cannabis,
pude usar en mucha menos cantidad los medicamentos contra el dolor.
Podía conseguir un mayor alivio de mi dolor, alargar mis paseos y no
estar “drogada” tan pronto.
¿Cómo podían las diferentes formas y las cepas de ésta planta,
utilizándola de diversas maneras en diferentes dosis, ayudar en tan
amplio espectro de efectos secundarios? No lo sé. Yo sólo sabía y sé,
que me realmente me ayudó.
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Xeni Jardin
En la actualidad uso el cannabis en dosis bajas en la noche para
ayudarme con el insomnio crónico que resulta de tratamiento continuo.
Sólo la consumo vaporizada y en comestibles. Ni tomo bebidas ni utilizo
drogas para uso lúdico. El uso médico del cannabis no ha hecho que
quiera consumir marihuana todos los días, y en todo el tiempo que llevo,
ni me ha llevado a la bebida ni la deseo de uso o abuso de otras
drogas.
Conocí a gente en las habitaciones que se estaban tratando de
cánceres, cuyo resultado era la incapacidad para masticar y tragas la
comida. Algunos de ellos habían sido sometidos a cirugía para extirpar
parte de la boca, lengua, o garganta. Conocí a muchos otros pacientes
que lucharon para llegar a la próxima sesión de quimioterapia o
radiación, ya que no podían comer. He conocido y amado a muchas mujeres
con cáncer metastásico avanzado que sufrieron sin fin, con mucha mayor
intensidad en los efectos secundarios que he ido describiendo aquí. Me
enteré de que la capacidad de los pacientes al final de su vida para
conectarse con sus seres queridos en los últimos dias era en muchas
ocasiones cortada por las altas dosis de opiáceos que se les daban para
reducir el dolor insoportable asociado al cáncer avanzado.
Todos ellos podrían haber obtenido beneficios de la marihuana.
A algunos de ellos, los ayudé con la marihuana.
Quizá nuestra nación entrará pronto en razón. Para que más personas
con cáncer puedan acceder a la marihuana de manera segura, legal,
asequible, y encontrar así el alivio en ella. Los pacientes con cáncer
no deberían tener que navegar por el mundo de los escaparates o
dispensarios diseñados para drogadictos de marihuana y de dudosa
legalidad. Los pacientes con cáncer deben tener fácil acceso al
cannabis, si así lo desean. Ninguna ley o estigma social debería
interponerse en su camino.
Quizás nuestros científicos pronto serán más libre en la
investigación y desbloquearan el verdadero potencial anti-cáncer del
cannabis. Estamos empezando a arañar la superficie de este potencial. Si
las leyes de Estados Unidos permiten un clima más hospitalario para la
investigación del cannabis, tal vez el cannabis podría un día ser
utilizados no sólo para controlar los efectos secundarios, sino también
para controlar o curar el cáncer en los centros médicos. Los
medicamentos de quimioterapia que recibí fueron aislados originalmente
de las plantas, así que no es ni mucho menos una idea descabellada. Para
empezar a desbloquear el verdadero potencial de curación de cannabis,
necesitamos más investigaciones de expertos, más ensayos clínicos, y el
fin de la prohibición.
La parte medicinal de la marihuana todavía puede ser una broma en los
dispensarios ‘entre las sombras’ para fumados. Y es cierto que una gran
cantidad de gente en el negocio de cannabis está haciendo un montón de
dinero con usos de la marihuana que no tiene nada que ver con las luchas
médicas de vida o muerte. Sin embargo, para los pacientes de cáncer, la
parte “medicinal” de la marihuana no es una broma. El cannabis es una
planta mágica. Y ayudó a salvar mi vida. POR XENI JARDIN