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¿Cómo mejorar la calidad del agua de riego para las plantas de marihuana?

Quién no ha sufrido un bloqueo de nutrientes en sus macetas como consecuencia de la pésima calidad del agua utilizada para riego. El agua es el principal elemento de la vida, en nuestro planeta sin agua es imposible que se hubiera desarrollado la vida tal y cual la conocemos hoy. Pero un elemento tan abundante y a la par tan desigual, no existen dos gotas de agua ni dos copos de nieve que sean exactamente iguales. Pero porqué un mismo elemento puede presentar tan diversas propiedades dependiendo de su origen y evolución.

La ciencia moderna aún sirviéndose de las evolucionadas ramas de la Física y la Química no es capaz de hallar diferencias entre un agua viva que discurre a través de la naturaleza y el agua muerta que corre por las cañerías. Si realizamos estrictos análisis apenas hallaremos diferencias notables pero en realidad y lo que realmente nos interesa es el agua: “como fuente de vida”. El agua de mayor efecto biológico es el agua de lluvia puesto que ha completado todo el ciclo del agua: primero brotó de la tierra, llegó al mar, evaporó, se acumuló en las nubes y al final fue devuelta a la tierra en forma de lluvia. Esta agua está cargada (= polarizada) y los agricultores sin saber el porqué son conscientes de la mejora de los cultivos cuando éstos son regados por la lluvia.

Polaridad del agua

La molécula de agua está formada por dos átomos de Hidrógeno por cada átomo de Oxígeno. Dentro de una molécula de agua se genera un momento dipolar permanente como consecuencia de la separación existente entre el centro de las cargas negativas y el de las positivas, lo que hace que campos eléctricos exteriores orienten y potencien el momento dipolar, o lo que es lo mismo, el agua es capaz de polarizarse. La conductividad y la constante dieléctrica del agua, característica de su propia naturaleza (creación pero también destrucción), cambian en función de la polarización.

Los efectos biológicos de la radiación ambiental en forma de microondas sobre el agua han sido objeto de múltiples estudios. La vieja ciencia distinguía entre Aguas vivas y aguas muertas. Con este término, el de aguas vivas, diferenciaban cierta virtud que se le comunicaba al agua y otras sustancias, y en la que se le atribuían cualidades curativas o especiales; estando en el polo puesto las aguas muertas, causantes de degeneración y foco de emfermedades. Las experiencias de laboratorio han demostrado de forma contundente como la conductividad de una columna cilíndrica de agua varía ante la mera presencia del ser humano, alteraciones que si bien son microvoltaicas, no dejan de ser variaciones que antes con sistemas de medición menos precisos no se podían observar. Este hecho lleva a la interpretación que la radiación que emana del organismo es capaz de polarizar las moléculas de agua hacia sí mismo, lo que es considerado por muchos como que el aura humana tiene cierto poder sobre el agua, hecho que han afirmando los magnetizadores a través de los siglos.

El agua de manantial o de pozo es agua pura, viva, que presenta una estructura estable y ordenada. El agua de las plantas potabilizadoras, tratada químicamente o desmagnetizada por el contacto con los metales, pierde esa extraordinaria sensibilidad que la hace tan preciosa como elemento revitalizante. El agua potabilizada ha sido sometida a un proceso de purificación y aunque se supone que es apta para el consumo, su calidad no deja de ser algo muy discutible, a pesar del cloro utilizado no todos los microorganismos son eliminados. Hay que disponer de agua lo más pura y viva posible.

Existen tres principales medios mecánicos de purificación: los filtros (mecánicos, de carbón activado y los de resinas de intercambio iónico), los dispositivos de ósmosis inversa y las destiladoras al vapor. De entre los diversos filtros mecánicos del mercado los más efectivos son los de carbón activado pues dejan el agua libre de arena, cloro y diversos contaminantes como pesticidas, herbicidas, benceno, trihalometanos, policlorobifenilos, …, y además eliminan el mal olor. Los dispositivos de ósmosis inversa además también son capaces de eliminar otros contaminantes como arsénico, boro, cadmio, calcio, metales pesados, sulfatos, cloruros, sodio, selenio, zinc, contaminantes radioactivos, y la mayor parte de microbios y agentes bióticos patógenos presentes. Aunque sí resultan más eficaces que los filtros de carbón son mucho más costosos, al tiempo que se desperdicie entre el 80% y el 90% del agua filtrada que va directamente al desagüe, con el consiguiente derroche de agua.

¿Cómo se puede revitalizar el agua?

Hoy día sabemos que el agua puede sufrir diversos procesos que pueden cambiar sus funciones y mecanismo de actuación: Agua activada (que sirve para desincrustar los depósitos calcáreos), Agua cromatizada (obtenida irradiando el agua con luz a distintas frecuencias y colores), Agua dializada (se trata de un “agua con átomos descolocados” capaz de aumentar la solubilidad de las sales minerales que circulan por la savia -especialmente las cálcicas-), Agua dinamizada (agua con propiedades terapéuticas), Agua energetizada o granizada (es el agua energetizada o pranizada la que resulta tras verterla 8 veces seguidas de un recipiente no metálico a otro desde una altura de medio metro, ideal para riego y preparados fitosanitarios ecológicos), Agua indumizada (se obtiene al someter el agua a la acción de la corriente eléctrica de un electroimán), Agua irradiada cósmicamente (se obtiene por su exposición a las energías cósmicas durante la noche, con la que se consiguen notables mejorías ante fitopatologías diversas), Agua magnetizada (se somete el agua a la acción de un campo magnético. Se pueden obtener agua imantada, agua ionizada, agua polarizada o agua magnética -ideal para realizar los plantones y esquejes, ya que el magnetismo mejora el vigor germinativo y enraizante de semillas y esquejes-), Agua mesmerizada (se carga con energía vital al hacer sobre ella una imposición de manos), Agua oxigenada (todos conocemos sus aplicaciones como antiséptico general), Agua ozonizada (esta agua adquiere diversas propiedades terapéuticas dependiendo de la proporción de ozono, y que podemos utilizar en preparados contra virales, bacterianas o criptogámicas, tanto agudas como crónicas), Agua solarizada (se deja durante varias horas expuesta a la radiación solar), y Agua sonorizada (se llama sonorizar el agua a la exposición o estimulación del agua con sonidos (por ejemplo, con música).

Agua magnetizada

Como hemos visto el agua magnetizada es la ideal para uso en agricultura, expliquemos pues las diferencias existentes entre los diversos tipos de aguas magnetizadas para saber como poder obtenerlas por nuestra propia cuenta:

-Se llama Agua imantada a aquella que es sometida a la influencia del campo magnético de un imán durante cierto tiempo. Por ejemplo, colocando simplemente un imán grande debajo de una vaso con agua.

-Se denomina Agua ionizada a aquella cuya conductividad aumenta tras ser sometida a la acción de un campo eléctrico o magnético débil que actúa sobre las sales de electrolitos disueltas en la misma.

-El Agua polarizada es aquella en la que el campo magnético tiene la potencia suficiente como para provocar un giro en las moléculas dipolares del agua.

-Finalmente, el Agua magnética es la que resulta de ser sometida a la acción de un campo magnético intenso en determinadas condiciones adquiriendo merced a ello unas propiedades físicas específicas diferentes.

En Agricultura Biodinámica se potencia la eficacia de los preparados biodinámicos utilizados para abonar la tierra, para tratar las plagas y para eliminar las hierbas adventicias. Este método de potenciación o potencias de los preparados biodinámicos se consigue agitando las cubas (sin ningún tipo de objeto metálico) durante un buen rato en un sentido y otro alternativamente, repitiendo el proceso dependiendo de la potenciación que quieran hacer. Si ocurriera así, la dinamización quedaría anulada. Un claro ejemplo de la importancia que los agricultores biodinámicas (además de su propio nombre Agricultura Bio – “dinámica”) dan a la dinamización la hallamos en los pilones o fuente Virbela (patentados y de venta comercial), con los que se intenta reconstruir el movimiento natural del agua viva a su paso por los cursos fluviales. El batido del agua y los torbellinos así generados la dinamizan, de modo que las cosechas obtenidas con su riego aumentan hasta en un 30%, siempre en relación a otras obtenidas con aguas normales.

Comenzad a experimentar con las técnicas de energizar el agua y comprobaréis como vuestros cultivos os lo agradecen, y no hablemos ya de cómo os lo van a agradecer vuestra despensa y vuestro paladar.

MIGUEL GIMENO