En el 2010, el empresario de California Vicente Mehdizadeh consiguió una patente en Estados Unidos para su “máquina de marihuana dispensación biométrica.” Su compañía, MedBox , desde entonces ha hecho a Mehdizadeh el primer multimillonario de la industria de la marihuana legal.
Coincidiendo con la implementación de la nueva legislación en Colorado y Washington el año pasado, el precio de las acciones de Medbox se disparó hasta un 3000%, convirtiendo a Mehdizadeh en un mil-millonario (billonario en EEUU)
Mehdizadeh tiene las patentes de la maquina expendedora y de cajeros automáticos de marihuana, pero de estos últimos aún no han dado la concesión hasta que el sentimiento social sea una realidad entre la
Las máquinas expendedoras las colocan detrás de lo mostradores de los dispensarios de cannabis para que los manejen los trabajadores del local y tienen la resistencia de las cajas fuertes de seguridad. Están conectadas al sistema de punto de venta y la escupen las cantidades exactas en gramos. Cada transacción se controla a efectos fiscales y también al control del inventario.
Las maquinas poseen un gran robustez, de hecho han habido un par de intentos de robo que han utilizado un martillo para intentar abrir estas maquinas de Medbox y no han podido. Por eso no están en las calles, la seguridad es un gran problema.
A la pregunta de que muchos críticos piensan que los comestibles con
marihuana como piruletas y mil-caramelos animarían a los niños a probar
marihuana, Vicente Mehdizadeh contestó
que era una de sus principales preocupaciones, “la realidad es que
muchos de estos productos parecen golosinas. Nosotros como empresa nos
estamos esforzando para controlar cómo se dispensa el medicamento, para
asegurarse de que la persona adecuada es la que lo consigue”.
“La realidad es que estamos en una industria recreativa y lo inteligente es mantener un enfoque conservador, siendo transparente. Para que esta industria pueda ser tomada en serio y realmente ir la corriente principal, se tiene que actuar con responsabilidad”
Mehdizadeh cree que aunque llegue un Presidente americano y un Congreso muy conservador no cree que esta tendencia con otra mirada hacia el cannabis cambie y
“aunque pudieran hacerlo no lo harían porque no se trata de en qué lado de la valla te encuentres, lo entenderían desde un nivel puramente procesal. El gobierno está empezando a ver los beneficios fiscales y de ingresos de esta industria.”