Semillas regulares o semillas feminizadas? En qué se diferencian? Pues de primeras la diferencia es muy clara, las semillas regulares nos darán plantas de marihuana machos y hembras, mientras que las feminizadas nos darán exclusivamente hembras. Pero por qué? Si tiramos un poco de genética lo comprenderemos fácilmente: tanto los humanos, como los animales y algunas plantas tienen cromosomas que determinan el sexo, diferentes en hembras que en machos. Los cromosomas de las hembras son XX mientras que los del macho son XY, que durante la reproducción unas veces “cederá” sus cromosomas X y otras los Y, así que la descendencia será XX o XY, macho o hembra ( XX x XY = XX o XY). Con las feminizadas, se elimina el cromosoma Y, por lo que las semillas serán siempre hembras. Para ello, no trabajan con plantas macho, si no con plantas hembra a las que con productos químicos fuerzan a desarrollar flores macho con polen fértil, normalmente usan STS (tiosulfato de plata). Estas plantas transvertidas ( o revertidas que dicen otros, aunque mal dicho) siguen teniendo los cromosomas XX de hembra, por lo que al no haber el cromosoma Y en la ecuación no saldrá ningún macho ( XX x XX transvertida = XX).
Las semillas feminizadas entraron con gran fuerza en el mercado a mediados de los 2000. Cuando hasta entonces crear una nueva variedad era un trabajo lento, minucioso y que podía llevar años, se convirtió en algo sencillo al sólo necesitar una buena planta hembra. Muchos han sido los bancos de semillas que desde entonces han nacido y que basándose en grandes genéticas o esquejes elite han desarrollado un catálogo extenso. La mayoría son bancos de semillas serios, algunos otros no tanto y la feminización de semillas no tiene margen de error y si algo sale mal, nos podremos encontrar con un precioso cultivo de hermafroditas. Como todo en esta vida, hay calidades y calidades y ante la duda, mejor preguntar en tu grow shop de confianza o en los numerosos foros que encontrarás en Internet, a veces una simple opinión negativa es suficiente para hacernos pensar.
Desde que aparecieron las feminizadas, cada vez han sido más los bancos de semillas que se han dedicado a ellas, dejando un poco o totalmente de lado las variedades regulares, una tendencia que se ha ido revirtiendo y en la actualidad vuelven a venir con fuerza, son cada vez más los cultivadores en todo el mundo y que después de probar unas y otras durante años al final se deciden por las regulares. Pero entremos un poco en las ventajas y desventajas:
Que de 3 plantas salga un macho es un duro golpe, ya si salen 2 ya cualquiera se puede imaginar. También en interior para cultivos desde semilla, donde si por cualquier cosa nos salen la mitad machos nos quedaremos con medio armario vacío.
– Las semillas regulares, por la contra son sin duda las mejores para hacer una selección buscando una buena madre que nos dure años y hacer innumerables cultivos partiendo de esquejes. Por lo general son trabajos de crianza, más estables que las feminizadas y más baratas. También ofrecen la posibilidad de seleccionar un buen macho con el que hacer cruces propios, no hace falta un gran conocimiento para fabricarse uno mismo sus propias semillas, al contrario que las feminizadas que ya requieren ciertos conocimientos. Suelen ser plantas más vigorosas con respecto a su versión feminizada, también fácil de entender por ejemplo con la Critical Mass regular que es Skunk x Afghani y las versiones feminizadas que son Critical Mass x Critical Mass.
Las semillas regulares, y es una opinión personal, son siempre mejores. Son naturales, y éso tampoco quiere decir que las feminizadas sean mutaciones genéticas ni mucho menos, pero como ya dijimos, si el “feminizador” no es meticuloso, nos podremos encontrar con sorpresas. Si partimos de semillas regulares, siempre tenemos que plantar más de lo previsto pensando en que nos saldrá algún macho seguro, de cada 10 semillas, unas 3-5 puede que sean machos, es muy raro que salgan más machos que hembras, pero sí que es una cuestión que sólo decidirá el destino. Cuando las plantas entren en floración, tendremos que estar pendientes para retirar lo machos si es que no han sexado aún. No te preocupes, diferenciar un macho de una hembra es tan fácil como diferenciar un toro de una vaca, el riesgo de que llenes tu cultivo de cogollos con semillas es mínimo, desde que los machos muestran el sexo hasta que abren las primeras flores para soltar el polen, pasarán mínimo dos semanas. Si en dos semanas no te has dado cuenta que estabas ordeñando un toro en lugar de una vaca…
Regulares o feminizadas, lo que es más importante es que sean de calidad, no vale la pena pasarse meses cuidando una semilla de dudosa procedencia, gastando dinero y tiempo en sus cuidados, para al final cosechar unos cogollos mediocres. Opta siempre por semillas de marihuana de bancos de confianza y olvídate de que los más caros siempre son los mejores. Hay semillas baratas realmente excepcionales que te obsequiarán siempre con unas excelentes cosechas.