La Suprema Corte de Arizona dictaminó
hoy que los automovilistas que fumen marihuana no pueden ser acusados de
conducir bajo la influencia de una droga, si no se tiene la evidencia
real de que se encuentren afectados por la misma.
La
Suprema Corte rechazó este martes los argumentos de la Oficina del
Procurador del Condado de Maricopa, según la cual, puede presumirse que
un automovilista cuya sangre contiene rastros de marihuana conduce bajo
el efecto de una droga.
La
Oficina del Procurador del Condado de Maricopa había sostenido que
cualquier rastro de mariguana en la sangre de un automovilista
proporciona suficientes pruebas para acusar al conductor de manejar bajo
la influencia de drogas.
Sin
embargo, los jueces de la Suprema Corte indicaron en su dictamen que la
evidencia médica muestra que eso no es el caso, dado que es posible
detectar la presencia de mariguana en la sangre incluso semanas después
de que la persona la hubiera consumido.
El
dictamen de este martes incidirá en especial entre los más de 40 mil
residentes de Arizona que han sido autorizados a usar mariguana
medicinal y que la consumen varias veces a la semana.
El
fallo ofrece protección a cualquier persona que haya consumido
mariguana en los últimos 30 días, incluyendo aquellos que podrían estar
de visita en Arizona provenientes de Colorado y Washington, donde el uso
recreativo de la droga es legal.
El
caso que condujo a la decisión de este martes involucra a un conductor
citado por una violación de tráfico y a quien al hacerle una prueba de
sangre se le encontró que tenía en su sistema rastros de
Tetrohidracanabinol o THC, el ingrediente activo de la marihuana.
Un
juez de primera instancia desestimó la acusación, pero la Corte de
Apelaciones de Arizona dijo que las leyes sobre conductores ebrios
“deben interpretarse en sentido amplio”, lo que llevó el caso hasta la
Suprema Corte de la entidad.
En
sus argumentos ante la Suprema Corte, la subprocuradora del condado de
Maricopa, Susan Luder, reconoció que los rastros de THC pueden aparecer
en las pruebas de sangre hasta un mes después de que la persona usó
mariguana.
La
subprocuradora tampoco objetó la afirmación de su propio perito sobre
que la presencia de THC no indica que alguien esté impedido para
conducir.
Sin
embargo, Luder sostuvo ante la Corte que la legislatura estatal tiene
la facultad de declarar que un análisis de sangre positivo que muestre
rastros de THC puede ser usado para procesar a alguien por conducir bajo
la influencia de las drogas.
La Suprema Corte rechazó dicha argumentación al señalar que carecía de sentido.
“Esta
interpretación crearía responsabilidad penal independientemente del
tiempo que las moléculas de la droga se mantienen en el sistema del
conductor o si éstas tiene algún efecto incapacitante”, aseveró el
magistrado Robert Brutinel.
Fuente Plano Informativo