Parece que en Estados Unidos el debate sobre la legalización de la marihuana no se detiene. Si en Europa es difícil saber dónde es legal la posesión de semillas de marihuana, o su consumo recreativo o medicinal, en EEUU la situación es aún más complicada por su sistema federal. Hace unos de días se ha votado en Washington a favor de la despenalización de la posesión de marihuana. Esto puede significar un punto de inflexión aunque solo sea por el valor simbólico de este resultado en la capital de los Estados Unidos.
Junto a este estado, Oregón también ha despenalizado el consumo, la
posesión y la venta de marihuana, aunque por otro lado Florida ha
rechazado la autorización para consumo médico. Esto acrecienta las
diferencias entre estados que a veces comparten frontera pero cuyas
legislaciones son opuestas en lo que tiene que ver con el uso de las
llamadas drogas blandas. Esta nueva ley de Washington no busca legalizar
su venta, sino su posesión (de hasta 56 gramos para consumo personal y
el cultivo de hasta seis plantas en casa).
Además esta propuesta, más allá de contentar a los consumidores, tiene
implicaciones económicas y raciales. Se ha demostrado que el 90% de los
detenidos con cargos de posesión eran de raza negra. Otro dato curioso
es que antes las multas por posesión eran altísimas y han descendido
para equipararse a las multas que se aplican por mal aparcamiento, toda
una declaración de intenciones.