Aunque en la actualidad estamos bastante concienciados acerca del mal hábito de fumar, el cual nos puede causar enfermedades y graves consecuencias a largo plazo en cuanto a nuestros pulmones y afectar a otros órganos, la marihuana se queda fuera de la mayoría de las conclusiones que se sacan del tabaco, y algunos estudios han demostrado que se trata de un potente activo para luchar contra enfermedades relacionadas con el sistema pulmonar.
Aunque probablemente, por las presiones de los gobiernos y de algunos lobbys con
intereses, la mayoría de estos estudios finalizan sin conclusiones
relevantes, ciertas pruebas de laboratorio han demostrado que los
pacientes con problemas respiratorios a los que se les administra
marihuana responden mejor que a los que se les trata con otro tipo de
sustancias. De hecho, el cannabis tiene un componente innato que provoca la expansión de los bronquios, lo que puede reducir las molestias por asma y sobre todo aumentar la capacidad pulmonar que tiene el paciente.
Las asociaciones en pro del uso del cannabis con fines terapéuticos tienen claro que la marihuana tiene muchas opciones para el tratamiento de enfermedades, y por las pruebas que realizan en sus propios clubes –en los cuales se permite el consumo de esta planta pese a estar prohibida en la mayoría de países por considerarse una droga ilegal–, las mejoras son evidentes.
Probablemente,
resulte cuanto menos llamativo que fumar marihuana pueda ser de algún
modo positivo para los pulmones. Sin embargo, hay que tener en cuenta