Investigadores de la Universidad de Nottingham descubrieron en 2010 que los productos químicos de la marihuana, incluyendo THC y cannabidiol, interactúan con las células en el cuerpo jugando un papel importante en la función intestinal y en su respuesta inmune. El estudio fue publicado en la Revista de Farmacología y Terapéutica experimental.

El compuesto- THC como los producidos por el cuerpo aumentan la permeabilidad de los intestinos, lo que permite bacterias. Los derivados cannabinoides de la planta de la marihuana bloquean estos cannabinoides corporales, previniendo esta permeabilidad y creando el vínculo con las células intestinales con más fuerza.

Un estudio realizado en Israel mostró  que fumar un porro redujo significativamente los síntomas de la enfermedad de Crohn en 10 de 11 pacientes en comparación con un placebo y sin efectos secundarios.

Eso es un pequeño estudio, pero otras investigaciones han demostrado efectos similares. Aún más, una investigación encontró que las personas con enfermedad de Crohn y otros trastornos inflamatorios intestinales  utilizan el cannabis para ayudar a lidiar con sus síntomas, aunque hay dudas sobre la cantidad de marihuana que puede o no puede ayudar.