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La primavera de la marihuana

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Por Cecilia Rodríguez. Con la legalización o la despenalización en muchos estados de los EE. UU. y en más y más países europeos, la prensa del mundo comienza a llamar ese nuevo auge “la primavera de cannabis.”

Ahora que el estigma, las legislaciones y los controles se suavizan en muchas partes del mundo, los baby boomers (la generación entre los 50 y 60 años) están regresando con nuevo impulso a la marihuana.

Con la legalización o la despenalización en muchos estados de los EE. UU. y en más y más países europeos, la prensa del mundo comienza a llamar ese nuevo auge “la primavera de cannabis.” La nueva actitud de tolerancia ha eliminado una importante barrera tanto entre ciudadanos respetuosos de la ley que quieren usar cannabis como medicina o como un sustituto del alcohol, pero temen cometer un acto ilegal, como entre quienes esconden su “debilidad secreta”.

Para unos baby boomers es el regreso a una sustancia que disfrutaron en el pasado bajo circunstancias menos abiertas, y para otros, que nunca dejaron de usarla, es la ocasión para “salir del clóset”.

Un signo de cómo han cambiado las cosas es la proliferación de artículos sobre el tema en los medios de comunicación. El New York Times publicó recientemente uno sobre reglas de etiqueta en el uso de marihuana, “teniendo en cuenta la creciente presencia de la yerba en la vida de hoy”.

La revista Marie Claire tiene uno sobre “stoners (marihuaneras) en tacones”, acerca del gran número de mujeres profesionales en altos cargos que prefieren fumarse un porro para desestresarse a beber licor. Muchas de esas mujeres, ahora entrando en los 50 años, fumaron marihuana cuando eran jóvenes, pero la habían abandonado para proseguir carreras, levantar hogares, criar hijos.

Otro artículo en el Huffington Post describe clubes de mamás que se reúnen regularmente para compartir una cena, la compañía de amigas y un porro. Entre otros argumentos, explican que el uso de la yerba las hace mejores mamás, mejores esposas y, en general, personas más tranquilas, pacientes y felices. Según el artículo, “la mayor parte de entre ellas tomaba medicamentos para dolores, calmantes y antidepresivos antes de encontrar paz y sonrisas”.

Las publicaciones científicas no se quedan atrás. Reconocidos médicos, homeópatas y naturópatas recomiendan cannabis como medicina natural para gran cantidad de síntomas, tanto físicos como mentales. No todos los baby boomers están regresando a la yerba con fines recreativos. Una gran parte la usa contra toda una gama de problemas de salud. Entre el material disponible en Internet hay mucho de charlatanería, pero también estudios científicos serios.

Entre otros, los médicos la están prescribiendo para aliviar síntomas asociados con cáncer, glaucoma, trastornos gastrointestinales, artritis, esclerosis múltiple, enfermedad de Crohn, sida, migrañas… Algunos estudios muestran que, incluso, podría ayudar a prevenir el alzhéimer y aliviar insomnio, ansiedad o baja de la libido, en lugar de productos farmacéuticos que tienen serios efectos secundarios.

Y con el auge de los dispensarios de marihuana médica y legal, los baby boomers no tienen que recurrir a expendios clandestinos y al mercado negro. Como en Ámsterdam, en muchas partes de EE.UU. cualquier adulto puede entrar con una receta médica a un establecimiento comercial legítimo y elegir entre una gran variedad de plantas y cualquiera de los múltiples productos a base de marihuana, desde vaporizadores electrónicos, cápsulas, tés, miel, bebidas y aceites, hasta productos alimenticios preparados con la yerba, como pizza, salsa para pasta, palomitas de maíz, helados, refrescos e, incluso, aderezos para ensaladas. Se estima que el creciente negocio genera 36.000 millones de dólares al año y se espera que ese número se duplique en los próximos cinco años. Por Cecilia Rodríguez.

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