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Marihuana en España

En España, las leyes relativas a las drogas se han ido flexibilizando progresivamente durante años, y se ha convertido en uno de los países más liberales de Europa, si no del mundo, en lo que se refiere al tema de las drogas actualmente. La economía de España ha sufrido muchísimo las secuelas de la crisis financiera mundial, y, como resultado, se ha disparado la importancia del cannabis.


El Comercio de Cannabis Actual en España





Se cultiva cannabis en toda España, sobre todo en pequeños huertos destinados al consumo personal (Martin Vicente)


Durante los últimos diez años, más o menos, la industria del cannabis española ha prosperado a una escala que, anteriormente, sólo se había visto en Holanda en la década de 1980. El cultivo está muy extendido en todas las zonas del país, y se está consolidando una abundante cultura relacionada con su uso. En diferentes ciudades de España, se celebran todos los años varios acontecimientos importantes, sobre todo en Barcelona, y hay miles de grow shops (tiendas dedicadas a la venta de productos para el cultivo), bancos de semillas e incluso clubs privados que proporcionan a sus clientes un máximo de sesenta gramos al mes.


España es un estado descentralizado, lo que permite que las diferentes comunidades autónomas tengan una gran independencia. Cuando se trata de las drogas, cada zona tiene sus propias políticas y sus propios agencias o fuerzas de seguridad. Cataluña, cuya capital es Barcelona, cuenta con más de doscientos clubs de cannabis, mientras que en Madrid, los clubes son más discretos y menos numerosos.


Además del abundante cultivo que se produce a nivel nacional, todos los años se trafica una importante cantidad de hachís desde Marruecos, que se encuentra al otro lado del Estrecho de Gibraltar, a tan sólo 14,3 kilometros en el punto más cercano entre la península y África. Las autoridades españolas están involucradas, de manera activa, en la lucha contra la llegada de hachís desde Marruecos, y además se han producido varios arrestos, por cultivo doméstico, que han tenido gran repercusión, aunque no se ha hecho mucho para detener el inevitable crecimiento de la industria.


La Legislación relativa al cannabis en España


Según la ley española, es ilegal tráficar o cultivar cannabis para el suministro comercial. De hecho, de acuerdo con el artículo 368 del código penal español, incluso la posesión de cannabis es técnicamente ilegal. Sin embargo, según la legislación española, la viviendas particulares se consideran inviolables, por lo que el cultivo y el consumo individual de cualquier cantidad de cannabis (o cualquier otra droga) en la intimidad de la propia casa no está penalizado. Además, es legal vender y comprar semillas y productos a base de cáñamo.





Los grow shops y head shops abundan en todas las ciudades de España (ShortyNZ2000)


La posesión o el consumo de drogas en lugares públicos va en contra de la Ley de protección de los ciudadanos, pero no se consideran un delito penal, ni se imponen penas de privación de libertad; lo habitual es que se impongan multas de € 300 o más. Sigue siendo posible ser arrestado por cultivar cannabis, si la policía cree que las cantidades cultivadas exceden lo que se puede clasificar como consumo personal. En caso de no poder demostrar en los tribunales que el cultivo es para el consumo personal, existe la posibilidad de que se dicte una pena de prisión de entre uno y tres años.


De ser condenado por vender o traficar cannabis, la sentencia habitual es de entre uno y tres años de prisión. Si la cantidad en cuestión es especialmente grande, o si el acusado tiene antecedentes penales, la pena de prisión puede ser considerablemente más larga—hasta un máximo de veinte años, en general.


Las políticas relativas al cannabis en España


Al mismo tiempo que el tráfico de drogas se considera un delito y se castiga muy duramente, el uso o consumo personal no se considera algo tan grave, y la adicción se entiende como un problema que hay que tratar en lugar de criminalizar. La política de prevención de España—la Estrategia Nacional de Drogas—está dirigida por el Ministerio de Sanidad, y centra su atención, principalmente, en reducir la oferta y la demanda, en mejorar la investigación científica, y educar a la población.





España cuenta en la actualidad con cientos de clubs sociales de cannabis, sobre todo en Cataluña y en el País Vasco (Nicolas Vigier)


La Estrategia Nacional sobre Drogas también pretende mejorar la coordinación entre los medios de comunicación, escuelas, centros de salud, y las fuerzas de seguridad. Además, se hace hincapié en la necesidad de cooperar a nivel internacional en lo que respecta a la aplicación de la política de drogas. España adoptó su actual actitud liberal después de que, en la década de 1980, se generalizaran los problemas sociales causados ​​por el consumo de heroína y por el VIH. La sociedad española comenzó a entender que los adictos necesitan tratamiento y no ser sancionados, y los tribunales empezaron a ofrecer la reducción de penas a los acusados que aceptaban someterse a rehabilitación.


El cannabis se considera especialmente beneficioso: en septiembre de 2013, la exdirectora de la Estrategia Nacional sobre Drogas, Araceli Manjón, hizo unas declaraciones afirmando que el cannabis “no era una droga”, y que no debería estar clasificado de la misma manera que otras drogas más peligrosas. También abogó por la legalización y la regulación de la industria del cannabis, y declaró que la prohibición “no era la solución”.


Arrestos y Sentencias relacionados con el Cannabis en España


La autoridades españolas incautan, de manera rutinaria, grandes envíos de toneladas de hachís procedentes de Marruecos; por otro lado, durante los últimos años, han aumentado, considerablemente, las

_3223276.html">abril de 2013, fue interceptado el mayor alijo hasta la fecha en Europa—de cincuenta y dos toneladas métricas (TM) de hachís—en un almacén, en la ciudad andaluza de Córdoba. Apenas unos días más tarde en Córdoba, se encontró otro alijo de 32 TM en un camión que transportaba melones desde Marruecos.


eria">octubre de 2013, los funcionarios de aduanas españolas interceptaron un alijo de dieciocho toneladas de hachís en Almería, un puerto marítimo importante del sureste de Andalucía. Fue la mayor redada hasta la fecha en la historia de la ciudad, que ha sido durante mucho tiempo un punto fundamental para la entrada de hachís marroquí en Europa.


ia.php?idNot=15004">febrero de 2014, cuatro hombres turcos fueron detenidos, a 100 kilometros de la costa de Almería, cuando se descubrió que su barco pesquero transportaba 12 toneladas de hachís. En 2012, se organizó un operativo enorme con redadas en varias de las principales ciudades españolas y en el que se incautaron 1,6 TM, y se arrestó a un grupo de cincuenta y un ciudadanos de diferentes nacionalidades, formado por españoles, marroquíes, rusos, británicos, alemanes, holandeses y rumanos.


El Cultivo de Cannabis en España


En gran parte de España, el clima resulta perfecto para cultivar cannabis. La mayoría de los cultivadores lo hacen al aire libre a partir de semillas, y pueden aprovecharse del clima y del poco riesgo de ser arrestados por cultivar grandes plantas, todas capaces de producir varios kilogramos de cannabis en seco cada año.


La mayoría del cannabis producido en España se destina para el consumo personal o para el comercio a nivel local. Las cosechas comerciales a gran escala, destinadas a la exportación, son mucho menos frecuentes, ya que las bandas de traficantes se centran más en transportar hachís marroquí a Europa. Sin embargo, existen lugares de cultivo con fines comerciales: en agosto de 2013, la policía de Murcia

lants-.aspx">la plantación de cannabis más grande del país hasta la fecha, de 5.000 m², en la que se cultivaban 14.000 plantas.





La cultura del cannabis en España es abundante y variada; en este restaurante de Valencia están especializados en cocinar con semillas de cáñamo (Joe Calhoun)


En su mayor parte, el cultivo a pequeña escala tiene lugar sin trabas, pero de vez en cuando, estos cultivadores también sufren redadas. Incluso si se cultivan pocas plantas, la presencia de parafernalia, que indique la intención de vender la cosecha, puede afectar seriamente a las posibilidades de alegar consumo personal.


Uso cultural del cannabis en España


El cannabis es, con diferencia, la droga más consumida en España, sobre todo en forma de hachís. La proximidad de España a Marruecos es el principal factor que explica la prevalencia del consumo de cannabis. Las cifras absolutas de los consumidores habituales de cannabis siguen aumentando a medida que aumenta la disponibilidad y la aceptación social, aunque el porcentaje total de la población española que ha probado el cannabis, al menos una vez, cayó desde un máximo de 31,2% en 2009, a la tasa actual de 27,4%.


Los españoles muestran una tolerancia excepcional hacia el consumo de cannabis y de otras drogas; la cocaína es otra droga muy popular, y España es la puerta de entrada a Europa para el tráfico de cocaína procedente de América del Sur, debido tanto a su ubicación como a sus vínculos culturales y lingüísticos.


Además de en los numerosos clubs privados que han surgido en España durante los últimos años, se fuma cannabis en público, en las plazas y fuera de los bares y discotecas, en muchas ciudades españolas. En su mayor parte, y a pesar de la ilegalidad del consumo en la vía pública, este tipo de consumo de cannabis suele pasar desapercibido.


Se arresta a los propietarios de clubs de cannabis


Las autoridades españolas se han enfrentado a una serie de desafíos, tanto a luchar contra la avalancha de hachís procedente de Marruecos, como a establecer la mejor manera de abordar el fenómeno nuevo y emergente de los clubs de cannabis. La postura hacia los clubs varía entre las diferentes zonas, y en algunas de las menos liberales, se tiene constancia de que se han producido arrestos de miembros de clubs cannábicos—y que se han incautado los productos que guardaban en sus locales.


Uno de los clubs sociales de cannabis más antiguos de España, Pannagh, fundado en 2003 en la ciudad de Bilbao—capital de la Comunidad autónoma del País Vasco—se vio obligado a cerrar en 2005, después de haber sido asaltado por la policía local y de que cinco de sus miembros fueran arrestados. Durante la operación, se incautaron alrededor de 3.000 plantas, aunque en el año 2007, un juez de la Audiencia Provincial dio la orden de devolverlas, ya que la redada se declaró ilegal.


Pannagh ya ha vuelto a abrir sus puertas; sin embargo, la fiscalía se niega a abandonar el caso, y sigue presionando para conseguir un total de veintidós años de prisión y multas de cerca de 2,5 M € para los cinco miembros del club, que fueron acusados ​​de tráfico y de ser parte de una organización criminal. Ha surgido un movimiento de protesta contra las acusaciones y cuestiones legales que se están produciendo, y se está buscando apoyo por toda Europa.


La historia de los clubs de cannabis de España


En 1993, el grupo prolegalización, Asociación Ramón Santos de Estudios Sobre el Cannabis (ARSEC), con sede en Barcelona, abrió un nuevo camino al dirigirse por escrito al fiscal antidrogas para preguntarle por la legalidad del cultivo de cannabis para el consumo de un colectivo de miembros adultos. La respuesta de la fiscalía afirmaba que el concepto no era ilegal, en principio, por lo que el grupo se embarcó en un experimento de cultivo, que fue difundido por los medios de comunicación.





El cannabis es barato y abundante en España, y suele costar alrededor de 4 € por gramo (Marihuana Blog)


La cosecha fue incautada por la policía y los miembros del grupo fueron detenidos; sin embargo, más tarde fueron absueltos por la Audiencia Provincial, aunque el caso fue posteriormente llevado al Tribunal Supremo. Dos años después, el Tribunal Supremo dictaminó que si bien el cannabis no estaba destinado a fines comerciales, el cultivo de cannabis por parte de los colectivos era indeseable y debería ser penalizado.


Sin embargo, enseguida surgieron otros colectivos que impugnaron la sentencia, y la asociación Kalmudia, de Bilbao, fue la primera en completar con éxito una cosecha sin enfrentarse a ningún obstáculo legal. En 2000, después de completar tres cosechas sin incidentes, los colectivos comenzaron a buscar un marco legal para sus actividades.


Aparecen los primeros clubs de cannabis


El primer club social de cannabis en España, el Club de Catadores de Cannabis de Barcelona (CCCB), se fundó en 2001. En octubre de 2001 y julio de 2003, el Tribunal Supremo aprobó una serie de resoluciones que establecían que la posesión de, incluso, grandes cantidades de cannabis no era un delito penal si no podía establecerse que existiera la intención de tráfico o venta con fines lucrativos. Estas resoluciones históricas prepararon el camino para la explosión de los clubs de cannabis.


En 2012, el sistema legal español fue, nuevamente, puesto a prueba. El ayuntamiento de la pequeña localidad catalana de Rasquera votó a favor del arrendamiento de algunas de sus tierras con el propósito de cultivar cannabis para un club social de Barcelona, conocido como ABCDA; cuando el asunto fue sometido a consulta popular, el 56% votó a favor.


El ayuntamiento de Rasquera alegaba que la medida podría crear empleo y proporcionaría unos ingresos, que tanto necesita la ciudad, de unos 1,3 millones € por el alquiler de dos años, una cantidad casi equivalente a la deuda externa de la ciudad. También argumentaron que la medida era legal ya que el cultivo estaba destinado exclusivamente a los miembros del club. Sin embargo, en abril de 2013, la Audiencia

-plans">rechazó el plan, afirmando que el cultivo de cannabis no era “de interés público”. Rasquera ahora tiene derecho a apelar contra la decisión, pero, al parecer, de momento no lo ha hecho.


Comprar Cannabis en España





Las Ramblas de Barcelona es un paseo frecuentado por vendedores callejeros de cannabis y hachís (Thomas Quine)


El cannabis y el hachís se encuentran por toda España, y son muy fáciles de localizar en casi todas partes. En muchas ciudades, en particular en los centros de cultivo o puertos de mar como Barcelona, ​​Granada y Bilbao, el hachís y el cannabis se venden abiertamente en las plazas públicas y en las esquinas de algunas calles. Además, puede verse, normalmente, a gente fumando cannabis en público que, por lo general, no se encontra con ningún obstáculo, a pesar de que es ilegal consumir en público.


Es importante recordar que el consumo público es ilegal, y se tiene constancia de que la policía puede causar problemas, de vez en cuando, a los individuos o grupos que sean sorprendidos fumando en público, sobre todo si hacen ruido o arman jaleo, o en el caso de que la policía vea alguna otra razón para tener que dirigirse a ellos. Por esta razón, es una buena idea hacerse miembro de un club social de fumadores, y la manera más rápida es preguntar discretamente a la población local.


En Barcelona, ​​la capital de Cataluña, Las Ramblas es un conocido punto caliente del tráfico callejero. Es frecuente ver, frente a la costa, a numerosos grupos de hombres jóvenes, que suelen ser árabes o africanos, y que se reúnen alrededor de los muchos bancos públicos, para vender hachís y cannabis. Los precios varían enormemente según la calidad, por lo general se venden 28 g (1 oz) desde € 55 a € 180. En los clubs de cannabis, el precio habitual para los pacientes médicos es de 3 € por gramo, y para los consumidores con fines recreativos de 4 € por gramo.


Cuál es el futuro del cannabis en España


La industria del cannabis en España va a seguir en expansión, y podría decirse que ya está muy cerca de sustituir a los Países Bajos como la “capital del cannabis” en Europa. El nivel de aceptación social del consumo de cannabis—junto con una forma sensata de enfocar la política y la planificación—no tiene precedentes, y es un ejemplo excelente para otros países de cómo se deben aplicar este tipo de políticas.


Es importante documentar tanto la historia como los acontecimientos recientes relacionados con la guerra contra las drogas que, a día de hoy, siguen afectando a las vidas de tantas personas en todo el mundo. Por esta razón, Sensi Seeds y Hash Marihuana & Hemp Museumen Ámsterdam, intentan proporcionar la información más precisa, actualizada y objetiva sobre la situación actual, país por país. Agradeceremos cualquier comentario, observación y corrección.


Por Seshata


Fuente SensiSeeds