En Polonia han tenido una semana intensiva de reuniones con ciudadanos, policías y miembros del parlamento y que dieron lugar, entre otros, a un buen número de publicaciones en los medios de comunicación. Uno de los elementos más interesantes de la reuniones fue la capacitación de un grupo de varias docenas de oficiales de policía polacos. Los puntos de vista de la policía sonaron repetidamente con respecto a sus límites .

¿Cómo reconocer a los que trafican y está fuera de la ley?, parando a la gente por posesión de unos pocos gramos de marihuana va para muchos policía en contra de su conciencia. Además, a sabiendas de que los tribunales están recurriendo cada vez más a su redención, los funcionarios mencionaron la molestia que acompaña a este trabajo sin sentido.  Jim Pugel y Alexander Zeliczenko comentaron basándose en su propia experiencia y reuniendo una muy buena acogida de sus uniformes.

La necesidad de hacer cumplir una legislación impopular provoca a la policía una pérdida de confianza y, en consecuencia, baja cooperación de la sociedad. Por lo tanto, dijo Jim Pugel, la policía de Seattle acogió con satisfacción la información sobre la abolición de las sanciones por posesión y tráfico de marihuana.

Instructiva también es la historia de Alexander Zeliczenko que durante los 38 años de su trabajo vio toneladas de heroína en su país y se dio cuenta de una cosa muy simple, la prohibición no funciona, según admitió en una conversación privada con Kirgiz, seguía siendo un firme opositor a las drogas. Gracias a su posición, sin embargo, es doblemente convincente como una persona que quiere luchar contra la adicción a las drogas a través de la despenalización y la liberalización de las reglas.

Esta relación obvia, sin problemas articulados por los invitados extranjeros, no encaja, por desgracia, en la mente de los responsables políticos y uniformados polacos.  Como consuelo, al grito de “libertad para el cannabis” Zeliczenko declaró que “la marihuana, no es tan narcotica ”