Para el estudio, investigadores de Harvard probaron el THC (delta-9-tetrahidrocannabinol, que se encuentra de forma natural en el cannabis) en las células cancerosas en los laboratorios y siguió el estudio en ratones.
La demostración en el laboratorio encontró que las dosis de THC inhibe el crecimiento y la propagación de las células cancerosas, “Cuando las células se tratan previamente con el THC, tienen menos EGFR y estimula la invasión medida por diversos ensayos in vitro”, afirma Anju Preet, PhD, quien fue uno de los investigadores del estudio.
Después de la prueba de laboratorio, los investigadores administraron a ratones ( les fueron implantadas células de cáncer de pulmón humano) THC, y encontraron que en apenas tres semanas, los tumores se habían reducido en tamaño y peso aproximadamente un 50% en comparación con otro grupo de control. De acuerdo con Preet, también se redujeron las lesiones de cáncer en los pulmones en casi un 60% y hubo una reducción significativa en los “marcadores de proteínas” asociados a la progresión del cáncer.
Los investigadores predijeron que el THC tenía un efecto positivo sobre la lucha contra los tumores, ya que activa las moléculas de detienen el ciclo celular, también puede interferir en los procesos de la angiogénesis y la vascularización, que conducen al crecimiento del cáncer.
Hace más de 6 años desde de este estudio que sigue siendo uno de los estudios más importantes relacionados con el cannabis que se han publicado.